Después de que el motor incrementa el régimen, los gases de
escape incrementan la velocidad de giro de nuestra turbina proporcionando un
mayor flujo de aire proveniente del compresor
que alimenta a los cilindros y desarrolla mayor potencia.
Un turbo
compresor grande, con mayor área de entrada de gases, es más eficaz en un alto régimen
del motor y proporcionan mayor potencia, pero al tener el rodete mayor tamaño,
tienen mucha inercia. Esto ocasiona que tarde en alcanzar una velocidad de giro
considerable por lo que falta respuesta del motor a bajas y medias
revoluciones, y nos resulta un motor un tanto perezoso.
Los turbocargadores pequeños a diferencia de los grandes, no
tienen tanta inercia y empujan casi desde ralentí, pero se ve limitado por sus
condiciones de tamaño y no entregan mucha sobrepresión limitando sus
prestaciones.
Para conjugar las cualidades de los dos sistemas hoy en día
los productores de tubocargadores han desarrollado un sistema con compuertas móviles
con forma de ala, que giran alrededor de un eje y se van situando en un anillo
exterior de la turbina, cambiando el ángulo de las compuertas.
Esto modifica no solamente el área de paso de los gases de
escape, sino también su angulo de incidencia sobre los álabes de la turbina. De esta manera es posible
disponer de un ajuste inmediato del caudal de los gases de escape incidentes en
la turbina, otorgándoles mayor velocidad y, con ello, se reduce notablemente la
inercia o retraso del turbocargador en
una recuperación o aceleración.
Por esta razón los turbocargadores con geometría variable
brindan un mayor empuje de aire comprimido a nuestro motor a bajas rpm y a
altas revoluciones abren las compuertas para reducir la velocidad de gases,
haciendo el sistema estable.
En la actualidad este tipo de tecnología es muy común en los
motores a diesel, sin embargo se están adaptando en sistemas a gasolina, como
en el caso de Porsche 911.
Buena Info, alguna vez se me ocurrió como un cutout
ResponderBorrarGracias amigo
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